Si bien este es el punto de partida para que se puedan formar doctores en derecho de esta Facultad, es también el punto de cierre de un proceso que empezó con el Pregrado de Derecho en regiones en 2004, la Maestría en Derecho que inició en 2005, la Reforma curricular de 2010, y culminó con broche de oro con el Doctorado, que es la consolidación de este proceso académico de tantas personas y de tanto tiempo.
“Todo esto parte de la visión que la Facultad tiene del derecho, como una construcción sociocultural, rompiendo paradigmas del derecho puro y encerrado, relacionándolo con otras disciplinas y viendo como interactúa con el contexto. Esta es la consolidación de un proceso muy grande, siendo el doctorado la cúspide gracias al apoyo de profesores, grupos de investigación y profesionales con formación doctoral en otros países que han venido a enriquecer este programa”, señaló la decana Clemencia Uribe.
Este proceso inició oficialmente en 2012 con un Comité, encabezado por la profesora Diana Arias, que se propuso consolidar un documento maestro con el resultado de las discusiones acerca del enfoque que se debía dar al doctorado. Se vinculó inicialmente el grupo de investigación de Derecho y Sociedad, luego se fueron acercando otros grupos, y se empezó a construir dicho documento con los requisitos del Ministerio de Educación.
Cuando se consideró que el documento estaba listo se sometió al análisis de los pares amigos que revisaron el trabajo e hicieron una visita en el segundo semestre de 2015 para aportar observaciones y recomendaciones, con lo que se enriqueció el documento, se le hicieron algunos ajustes y finalmente se sometió a dos debates en el Consejo Académico, quien lo aprobó y lo envió al Ministerio de Educación Nacional. El Consejo Nacional de Acreditación nombró los pares evaluadores que hicieron una visita en abril de este año para verificar que se cumplieran las condiciones de calidad. “Su concepto fue favorable, pues si bien la sala pidió un ajuste en dos puntos, estos se cumplieron a tiempo y nos dieron el registro; lo cual es un logro grandísimo para la universidad pública que es la única de la región que va a cumplir las expectativas doctorales en derecho”, afirmó la Decana.
De esta manera nace un programa interdisciplinario, pluralista en lo teórico y metodológico, y con una fuerte orientación crítica. A diferencia de otros doctorados no se inicia con el proyecto de investigación sino que va a tener unos seminarios durante un año que promueven el diálogo con ciencias sociales. Serán cuatro: Epistemología de ciencias sociales y derecho como relacionándolo con derecho y sociedad, Métodos de investigación, Teorías críticas del derecho y un cuatro sobre los Procesos de formación del derecho; comenta el profesor Gabriel Ignacio Gómez Sánchez, miembro del Comité y líder del Grupo de Investigación Derecho y Sociedad.
La segunda etapa, que es la candidatura, tiene dos partes: un examen comprensivo y el proyecto; y finalmente el desarrollo de la investigación. “Este es un proceso que puede durar aproximadamente 8 semestres más o menos. La idea es que sea un doctorado de pocas personas, es decir, unos 4 o 5 estudiantes que sobre todo estén de tiempo completo dedicados a la investigación y a este proceso, entendiendo que el programa no es para abogados prácticos sino para investigadores que utilizan el derecho en un contexto latinoamericano y colombiano”, recalca el profesor Gabriel.
Esta es una propuesta para generar conocimiento nuevo que sea capaz de dialogar con la comunidad internacional, pues lo que hacen muchos doctorados es incorporar marcos teóricos internacionales sin mucho componente crítico y acá lo que se busca es construir más conocimiento desde América Latina y pensar el contexto de sociedades con mucha independencia, capacidad de crítica y un enfoque regional. “Por eso la importancia del diálogo con las ciencias sociales para entender el papel que cumple el derecho en una sociedad tan turbulenta y compleja como la latinoamericana, reconocer cuáles son las posibilidades y los límites en los cambios sociales, y así pensar también las investigaciones más en nuestro contexto”, concluyó Sánchez.
Para Clemencia Uribe, esta una apuesta por un doctorado pluralista y abierto, en la lógica de lo que se entiende en esta Facultad por el Derecho, lo que se debe hacer en una sociedad como la que vivimos, y los aportes de lo que la academia debe seguir haciéndole a esa sociedad, más ahora en un momento de apertura y de procesos de paz que vive el país, que va a ser un momento muy especial para quienes quieran culminar su formación doctoral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario